Para entender
el diseño gráfico primero debemos entender como pensamos las personas. La percepción varía según cada individuo por eso es fundamental para el
diseñador anticiparse para conseguir el efecto deseado.
Según un estudio llevado a cabo por científicos del
Massachusetts Institute of Technology (MIT), el cerebro humano es capaz de
procesar imágenes completas en tan solo 13 milésimas de segundo. Esto nos
evidencia una vez más que somos seres visuales capaces de percibir antes una
imagen que una palabra.
Esta idea nos
sirve para hablar de la importancia que hoy en día tiene el diseño, el
branding y la imagen corporativa en cualquier empresa, organización o proyecto.
Éstos son algunos de los conceptos clave que distinguen un trabajo convencional
de uno profesional.
Antes de nada
debemos partir de la premisa de que el diseño no es equivalente al arte. No
debemos caer en este error de concepto puesto que la función del diseño es
comunicar ideas a través del buen uso de imágenes, ilustraciones, textos y
tipografía en la mayoría de sus casos por un fin comercial. En el arte, sin
embargo, prima antes la función estética y simbólica que la funcional.
Esto no
implica que el mundo del arte no pueda entrar en el ámbito del diseño y
viceversa. De hecho puede que mucha gente considere toda una obra de arte el
portfolio de Alex Trochut pero no debemos olvidar que detrás de cada pieza hay
un fin comercial.
Pero volvamos
al tema que nos concierne. Conocer como
el cerebro organiza los estímulos y hace conjuntos y conexiones espontáneas
permite cosas tan increíbles como leer el siguiente texto:
Sgeun un
etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las
ltears están
ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten
ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun
pordas lerelo sin pbroleams. Esto es pquore no lemeos cada ltera por si msima
pero la paalbra es un tdoo.
Todos tenemos
claro que en la cocina la presentación importa o sino ¿cuántos de vosotros
elegiríais la primera magdalena? Seguro que antes apostáis por el muffin
(anglicismos a parte) aunque solo sea por curiosidad.
Estos pequeños detalles a
veces imperceptibles y otras veces mucho más que notables permiten a las marcas
interactuar con los consumidores al provocar sus estímulos hacia la compra.
Seguir siempre
una misma estética, mantener una coherencia visual, guiarse por un manual de
estilo y apostar por una imagen corporativa ayudan a ganar competitividad a una
empresa.
Así que ya
sabéis si después de leer este post habéis detectado que no trabajáis suficientemente en la imagen de vuestra empresa, organización o proyecto debéis recurrir al famoso cliché “renovarse
o morir”.